"Porque donde hay agua, hay vida"

Estanques y mosquitos.

Es una inquietud común a la hora de construir un estanque en nuestro jardín qué pasará con la población de mosquitos. ¿Aumentará dicha población por tener aguas estancas donde reproducirse? Es entonces que tenemos que empezar a pensar el estanque como integrante de un todo, y es a nivel ecosistema, donde entendemos que los estanques no sólo no aumentarían la población de mosquitos de un área sino que podrían contribuir a reducirla. Para entender cómo, debemos dirigir nuestra atención a los predadores del mosquito, entre los más conocidos tenemos a los peces y los sapos. Los sapos dependen del agua, la necesitan para su ciclo biológico y para su bienestar en su etapa adulta, por lo tanto, son seguros habitantes de las inmediaciones del estanque, y se ocuparán de alimentarse de los mosquitos que logren emerger de su estado larvario y también de aquellos que vengan a desovar en el agua. Los peces se ocuparán en una etapa previa, cuando el mosquito aún larva, no ha abandonado el estanque. Y otra gran aliada es la libélula, que en estado larvario, se alimentará vorazmente de larvas de mosquito y otras formas de vida similares bajo el agua. Siendo el mosquito un insecto cuyo estado larvario acuático puede desarrollarse en el lapso de pocos días, no necesita un estanque para reproducirse y proliferar, ya que cualquier acumulación de agua, por ejemplo, de lluvia, le alacanza y sobra para cumplir sus ciclos. En cambio, sus predadores no podrán existir en pequeños charcos de lluvia, ya que una larva de libélula puede permanecer en ese estado hasta 2 años antes de desarrollarse en el insecto alado. ¿Qué charquito de lluvia dura dos años? De ahí la importancia de brindar un hábitat para estos predadores. Cuando pienso en mi jardín, me satisface saber que los mosquitos depositarán sus huevos en el estanque, lo cual brindará excelente alimento vivo a mis peces, y evitará su proliferación desmedida, como sucedería si a falta de un estanque, buscaran poner sus huevos en depósitos de agua más efímeros y sin presencia de predadores acuáticos. Se dice que en zonas de sequía, las libélulas se ven amenazadas, y que la presencia de estanques, alivia esta situación. Por eso siempre hay que pensar cada paso que tomamos en nuestro entorno como integrante de un todo, intentando ver las extensas y complejas relaciones entre las especies, el medio y nosotros.- Acqualeven.